“El coaching en una empresa es tan necesario como saber escucharnos a nosotros mismos. Es la parte que pone en marcha la máquina que detecta lo que va bien y lo que no va tan bien y que se debe mejorar, todo ello enfocado en un crecimiento corporativo común y con el objetivo de un bienestar personalizado y global para todos los miembros de la empresa.
Alberto en nuestra empresa ha supuesto un antes y un después. Ha supuesto un avance porque ha conseguido que nos paremos a escucharnos, a valorar qué nos gusta y qué nos gustaría mejorar para que el objetivo común sea logrado de forma satisfactoria por todos los miembros del equipo.
A nivel personal, ha hecho, más si cabe, que me sienta orgullosa de la organización de la que formo parte a día de hoy y de la que espero seguir formando parte durante muchos años más.
Y ¿cómo resumir en una frase tú labor y la finalidad del coaching? Complicada, desinteresada, de dar más que de recibir, de saber escuchar, de saber leer a las personas, paciente, empático y sensato. Con gran poder de habla y capacidad de entendimiento eres capaz de hacer ver que todo es posible trabajando en equipo por un objetivo común”.

“Haber trabajado contigo, Alberto, ha sido un descubrimiento; una experiencia enriquecedora. Cuando comenzamos las sesiones describimos mi objetivo como un destino y mi trayecto como un viaje y hoy, a más de un año de trabajar juntos, quiero agradecerte por ser el compañero que me tocó en este trayecto pues has hecho que el camino sea agradable y seguro. Espero que sigas acompañando a muchas personas más a su puerto y que el faro del éxito siga iluminado todos tus proyectos2.

“Alberto no te contesta a tus preguntas, hace que tú sepas la respuesta; no te soluciona los problemas, te guía a encontrar la solución; Fuiste el último empujón que me faltaba para empezar a creer en mí”.

“Hoy en día, me ha enseñado a enfocar y afrontar situaciones complicadas en el trabajo, a fijar metas y poder alcanzarlas, a un aprendizaje continuo en las tareas que desarrollo e incluso a no tener miedo al cambio por que “si tu cambias, todo cambia”.
He aprendido que es necesario comunicarse y contar como nos sentimos, a tener confianza en uno mismo y ser consciente de que somos capaces de hacer todo lo que nos propongamos y así poder ir creando tu mejor versión”.